El acceso aéreo al territorio enemigo es un componente decisivo en todas las operaciones militares. Desde el reconocimiento hasta las imágenes satelitales de súper alta resolución, muchos aspectos de la planificación operativa dependen del nivel de conocimiento de la situación y recopilación de información.
Como era de esperar, el uso de drones (vehículos aéreos no tripulados) se ha convertido cada vez más en un activo elemental en los conflictos durante las últimas dos décadas para inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), así como para la selección de objetivos.
Los drones remodelan las tácticas y estrategias utilizadas por las fuerzas armadas y pueden cambiar la forma en que luchamos en las guerras. Estos "ojos en el cielo" permiten aplicar la fuerza letal a objetivos mucho más allá de las líneas del frente, en particular por parte de actores no estatales, lo que plantea importantes desafíos de seguridad.
La ventaja militar de tener drones para medios tácticos y estratégicos ha resultado en un rápido aumento de adquisición y uso por parte de las fuerzas armadas en todo el mundo. Esto incluye aplicaciones letales con varios tipos de drones más grandes y más pequeños. Es probable que no lo lleven a cabo con aeronaves tripuladas debido a los riesgos físicos y políticos que implican las operaciones.
Esta publicación explorará las formas en que los drones están dando forma al futuro de la guerra de drones.
Conocimiento de la situación y soporte de orientación
Tanto los grupos armados estatales como los no estatales se benefician significativamente de una mejor información sobre los movimientos de tropas, las posiciones enemigas y la conciencia general del entorno en el que operan. Una mayor recopilación de datos y el seguimiento en tiempo real pueden ser un elemento decisivo en la batalla y, para algunos, medida, niveló el campo de juego en los conflictos. Como se dice:“El que primero ve al enemigo gana” porque lógicamente todos los grupos armados tratan de actuar de manera invisible, por ejemplo, operando “fuera del aire” tanto como sea posible o escondiéndose entre la población civil.
Carga útil y precisión
El uso de drones armados proporciona los medios para llevar a cabo ataques contra personas u objetivos con daños colaterales limitados. En el pasado, los grupos armados han aprovechado la oportunidad de adquirir y desarrollar este tipo de sistemas para llevar a cabo ataques contra objetivos económicos y militares sensibles, tanto dentro como fuera de las zonas de conflicto.
Los drones más pequeños, en particular, han demostrado ser capaces de evitar la detección por radar y las defensas aéreas debido a su tamaño o cantidad. La capacidad de entregar con precisión cargas útiles letales con plataformas (semi)controladas a distancia tanto en distancias cortas como largas aumenta drásticamente la cantidad de objetivos potenciales. Las piezas y los componentes disponibles comercialmente, junto con los planos de las plataformas militares de drones que se pueden reproducir en el país, mejoran la proliferación y el aumento del uso de drones contra una gama más amplia de objetivos.
Proyección de fuerza
Todos los actores que actualmente despliegan drones en combate han hecho uso de la capacidad de vigilancia persistente o de atacar objetivos. Están ansiosos por mostrar sus capacidades de drones durante desfiles y eventos de prensa. Inicialmente, las imágenes de drones con fines propagandísticos se compartían con los medios de comunicación para mostrar la precisión de la guerra moderna. Los hechos dieron otro giro cuando el Estado Islámico comenzó a utilizar imágenes de drones para alardear de su fuerza militar en videos de propaganda. Esto da un mensaje claro:"aunque el daño físico de los ataques con drones puede ser limitado, aunque con consecuencias geopolíticas de largo alcance, podemos apuntar a ti donde queramos".