1. Baje a su nivel (¡literalmente!)
* Por qué funciona: Arrodillarse, sentarse o incluso acostarse en el suelo te pone al mismo nivel de los ojos que tu hijo. Esto crea una foto mucho más atractiva e íntima. En lugar de mirarlos, estás capturando su mundo desde * su * perspectiva. También evita el ángulo a menudo poco halagador de dispararles (piense en barbilla doble y proporciones menos halagadoras).
* Cómo hacerlo: Antes de levantar la cámara, ¡baja! Agacharse. Siéntate en la hierba. Acuéstate sobre tu vientre. Ver el mundo desde su altura.
* bono: Poner en su nivel a menudo los ayuda a sentirse más cómodos y relajados alrededor de la cámara, lo que lleva a sonrisas y expresiones más naturales.
2. Concéntrese en los ojos
* Por qué funciona: Los ojos son las ventanas del alma, ¿verdad? El enfoque nítido en los ojos eleva instantáneamente una foto y atrae al espectador. Hace que la imagen sea más impactante y emocional. Incluso si el resto de la imagen no es perfectamente crujiente, los ojos afilados salvarán la toma.
* Cómo hacerlo:
* Cámara del teléfono: Toque los ojos de su hijo en la pantalla para decirle a su teléfono que se concentre allí. La mayoría de los teléfonos tienen detección de cara, pero la doble verificación con un toque asegura que el enfoque sea exactamente donde lo desea.
* dslr/espejo: Use un solo punto de enfoque y colóquelo directamente sobre el ojo, desea ser más agudo. Considere el uso del enfoque automático continuo (AF-C) para mantener los ojos enfocados si se están moviendo.
* PROPER: Si estás disparando a la luz del sol, ten en cuenta las sombras. A veces, ajustar ligeramente la posición de su hijo puede marcar una gran diferencia en cómo la luz golpea sus ojos.
3. Abraza los sinceros y captura los momentos reales
* Por qué funciona: Las fotos escenificadas son buenas para las vacaciones, pero los tesoros * reales * son los momentos sinceros que realmente capturan la personalidad de su hijo y la esencia de su infancia. Esas son las fotos que más apreciarás a largo plazo.
* Cómo hacerlo:
* estar presente, pero discreto: Guarda tu cámara a veces y solo * observa * a tu hijo. Luego, cuando ves un momento genuino que se desarrolla (riendo con un hermano, concentrándose en un rompecabezas, desordenado en el jardín), toma tu cámara rápidamente.
* No digas "¡queso!": El "queso" generalmente resulta en sonrisas forzadas y antinaturales. En cambio, intente involucrarlos en una conversación, contar una broma tonta o preguntarles qué están haciendo. La risa y las expresiones genuinas son de oro.
* Esté listo para romper: ¡Mantenga su cámara a mano! Nunca se sabe cuándo sucederán esos momentos especiales. Haga que su cámara sea fácilmente accesible y preestablece la configuración apropiada para las condiciones de iluminación.
* Abrace la imperfección: No todas las fotos sinceras serán técnicamente perfectas, ¡y está bien! A veces, las tomas de acción borrosas o las composiciones ligeramente fuera del centro son las que cuentan las historias más convincentes.
Estos consejos son simples pero efectivos. Practiquelos, sea paciente y, lo más importante, ¡diviértete! Te sorprenderá la diferencia que hagan en tus fotos de tus hijos.