Confianza y comunicación: Los editores y directores deben confiar unos en otros y comunicarse de forma abierta y honesta. "Las mejores relaciones se basan en la confianza y el respeto mutuo", afirmó el editor Jay Cassidy, que ha trabajado con directores como Darren Aronofsky, Noah Baumbach y Wes Anderson. "Deben poder hablar entre sí sobre cualquier cosa y deben estar dispuestos a escuchar las ideas de los demás".
Visión compartida: Los editores y directores también deben compartir una visión de la película en la que están trabajando. "Es importante estar en sintonía sobre de qué trata la película y cómo debe sentirse", dijo la editora Sarah Flack, que ha trabajado con directores como Rian Johnson, James Ponsoldt y Lynn Shelton. "Cuando tienes una visión compartida, el proceso de edición es mucho más eficiente y agradable".
Voluntad de llegar a un acuerdo: Los editores y directores también deben estar dispuestos a hacer concesiones. "Siempre habrá momentos en los que no estéis de acuerdo", dijo el editor Joe Walker, que ha trabajado con directores como Steve McQueen, Ang Lee y Kathryn Bigelow. "Pero si ambos están dispuestos a llegar a un acuerdo, normalmente podrán encontrar una solución que funcione para ambos".
Respeto mutuo: Los editores y directores también deben respetar mutuamente el papel de cada uno. "Los editores deben respetar la visión del director y los directores deben respetar la experiencia del editor", dijo el editor Stephen Mirrione, quien ha trabajado con directores como Christopher Nolan, David O. Russell y Martin Scorsese. "Cuando hay respeto mutuo, el proceso de edición puede ser una experiencia verdaderamente gratificante".