Todos estamos familiarizados con la narración creativa en la literatura y en la pantalla grande y pequeña. Pero la fotografía también es un gran medio para contar historias. ¡Recuerde, una imagen vale más que mil palabras!
Una fotografía poderosa puede llevarnos en un viaje. Puede transportarnos a otro mundo. Y puede contarnos una historia. Puede ser una historia de dificultades de la vida real. O puede ser una obra de fantasía completa.
¿Qué es la fotografía narrativa?
La fotografía de narración es donde usa fotografías fijas para contar una historia. Puedes usar una serie de fotos para contar tu historia. O puede usar una sola imagen.
Puede usar fotos para contar una historia completa, de principio a fin. O puede darle a su audiencia fragmentos de historias. Como fotógrafo narrador, debe despertar la imaginación del espectador.
La narración no es exactamente un tipo de fotografía. Cualquier tipo de fotografía puede usarse para contar historias. Los documentales, la fantasía e incluso los retratos son excelentes para la fotografía narrativa.
La narración en fotografía tiene más limitaciones que el cine o la literatura. No hay movimiento, no hay diálogo. Todas las imágenes son fijas, por lo que necesita que toda la información sea visual.
Para que una foto cuente una historia, necesitas personajes. Necesitas tener una fuente de emoción. Y necesitas elementos que conecten con el espectador.
La cámara no es la única herramienta a disposición de un narrador de fotografías. Puede utilizar medios mixtos y posprocesamiento para mejorar la historia. Estos pueden ser especialmente útiles cuando se cuentan historias de fantasía o magia.
8 consejos creativos para la fotografía narrativa
La fotografía de narración no es fácil. Las historias no se cuentan fácilmente con imágenes fijas, especialmente cuando están solas. Pero si sigues nuestros consejos, te convertirás en un maestro narrador en poco tiempo.
1. Conozca su historia
Antes de que puedas empezar a contar una historia, necesitas saber de qué se trata. Con el fotoperiodismo, la historia podría desarrollarse frente a ti. Tu trabajo es capturar los eventos a medida que van y vienen.
Pero si está contando una historia de imaginación, es mejor conocer la historia antes de comenzar a disparar. La historia es tu hoja de ruta. Te desvías del rumbo, pero tener una ruta en mente puede ayudar a tu narrativa.
Con la narración fotográfica, puedes contar una historia cerrada con un principio y un final fijos. O puedes contar una historia abierta, donde el curso de la narración está abierto a la interpretación.
Su inspiración puede ser un mito existente o un cuento de hadas. O puedes crear una historia original para contar. ¿Utilizará nuevos personajes o personajes con los que su audiencia esté familiarizada?
Si está reimaginando un cuento antiguo, léalo y aprenda sobre él. Si es algo de su propia imaginación, puede escribirlo. Puedes escribir una historia corta o escribirla en forma de cómic.
2. Piensa en el estilo de la fotografía
No se utiliza ningún estilo de fotografía para contar historias. Puedes elegir cualquier tipo de fotografía que te guste para contar tu historia.
Puedes usar la fotografía de paisajes para crear un mundo nuevo. O puedes usar retratos para crear y desarrollar personajes.
Los autorretratos son una excelente herramienta para contar historias. La historia se convierte entonces en una narración en primera persona. Y puedes llevar al espectador a la historia contigo.
Nuestros colaboradores Joel Robison y Fabiola utilizan el autorretrato para contar sus historias visuales. Ellos son los protagonistas de su propio trabajo. Y ayuda al espectador a identificarse con su historia, atrayéndolo.
Puede optar por tomas muy estilizadas en un estudio. O puede usar un estilo de fotografía documental para representar su narrativa.
Pero cuando se trata de contar historias en fotografía, no tienes que apegarte a un estilo. Puede usar una variedad de técnicas para contar su historia.
Si está haciendo una serie de imágenes, cada toma puede tener un estilo diferente. La perspectiva de la historia puede cambiar de una imagen a otra. Y el tipo puede cambiar con él.
3. Desarrollar personajes usando disfraces y accesorios
Sin diálogo ni palabras escritas, un fotógrafo tiene que contar su historia utilizando un lenguaje visual. Las imágenes narrativas utilizan ciertos elementos para elaborar su significado.
Los disfraces son excelentes herramientas de exposición en los cuadros narrativos. Un vestido elegante y una corona pueden identificar a una princesa. Y la ropa negra puede ayudar a definir un personaje malvado o una situación triste.
El estado de la ropa del personaje puede transmitir mucho sobre el sujeto y su situación. Un vestido en mal estado que alguna vez fue glamoroso puede contar una historia propia. Y un cambio de vestuario de una toma a otra tiene un efecto similar en la narración visual.
Los accesorios son igualmente útiles cuando se trata de contar historias en fotografía. Cada accesorio que incluyas debe decir algo sobre el personaje o la trama.
Los accesorios pueden ayudarnos a identificar el tema dentro de la historia. Un lazo crea un vínculo con Robin Hood. Y un tridente nos recuerda a Poseidón, el dios griego del mar. Un cetro denota un rey y una varita un mago.
Las armas pueden representar heroísmo o violencia. El dinero puede simbolizar la codicia. Y las flores se pueden usar para el romance y la muerte.
4. Aproveche el simbolismo en sus imágenes
Los símbolos visuales son una gran herramienta para contar historias con imágenes, evocando emociones fuertes. Y pueden guiar al espectador en la dirección correcta.
Los animales y las imágenes relacionadas con animales contienen mucha información. Diferentes animales tienen ciertas asociaciones. Por ejemplo, a menudo tienen vínculos con la mitología y la espiritualidad.
Los lobos, por ejemplo, son depredadores temidos. Pero también tienen connotaciones de sabiduría y valores familiares. En la mitología romana, una loba amamanta a los bebés abandonados de Rómulo y Remo. Es un ejemplo temprano de muchas historias criadas por lobos.
Las puertas son una excelente herramienta para contar historias en fotografía. No se trata solo de ir de una habitación a otra. Una puerta nos puede llevar a cualquier parte.
Una puerta abierta nos da una sensación de libertad. Nos da la capacidad de escapar a algo nuevo. Pero una puerta cerrada nos hace sentir atrapados y claustrofóbicos.
Windows tiene un poder narrativo similar. Una ventana abierta representa frescura y asombro. Una ventana cerrada o con barrotes te hace sentir como un prisionero.
El clima es otro elemento importante en las fotos para contar historias. El clima puede establecer el tono emocional de la imagen. El sol y los cielos azules denotan una escena feliz. La lluvia expresa tristeza. Y una tormenta significa problemas y cambios.
5. Usa colores para mejorar tu narración
Los colores están llenos de matices, lo cual es excelente para las fotografías de narración visual. Usar un esquema de color en su narrativa es una excelente manera de agregar significado a sus imágenes.
La teoría del color es bastante sencilla. Tienes colores cálidos y fríos que se pueden usar para dar sabor a tus imágenes.
Los colores cálidos aumentan nuestra sensación de disfrute. Y los tonos rojos invocan emociones fuertes como el deseo y la pasión.
Los colores fríos pueden hacernos sentir incómodos. Los azules pálidos y los blancos nos hacen sentir fríos e inseguros. Pueden hacernos sentir aislados y solos.
La colaboradora experta en fotografía Anya Anti a menudo usa tonos de colores fríos en sus imágenes narrativas. Da a sus autorretratos una sensación de asombro y vulnerabilidad.
Usar colores de esta manera puede ayudarte a estructurar tu historia y tus imágenes. Por ejemplo, tener un primer plano frío con colores cálidos en la distancia podría significar una transición de peor a mejor. Y viceversa.
Ciertos colores y tonos pueden vincularse a personajes o lugares. Los lugares seguros se llenarán de colores cálidos. Y los personajes débiles estarán rodeados de tonos fríos.
6. Estructura tu narrativa
La estructura de tus imágenes es un elemento esencial en el proceso de narración. Tienes que decidir cómo se va a contar la historia.
¿Qué información va a contener tu imagen? ¿Estás contando historias abiertas o historias cerradas? ¿Harás una serie de fotografías o solo una imagen?
Para historias cerradas, una serie de imágenes funcionará bien. Puedes darte puntos fijos de inicio y finalización. Esto facilita la creación de una narrativa lineal.
Aunque, no tiene por qué ser lineal. Su historia aún podría estar abierta. Una serie de retratos podría identificar a tus personajes y dejar la historia abierta a la interpretación.
Las imágenes individuales se prestan a historias abiertas. Tener toda la historia de principio a fin en un solo cuadro es difícil. No es imposible, pero es complicado.
Debes pensar en cuánto de la historia quieres contar. Incluso si estás haciendo una serie de imágenes, es posible que no quieras llegar al final. O tal vez empiezas tu historia por el final.
7. Usa la composición para impulsar la historia
Cuando narras una historia en fotografía, la composición de tus tomas es muy importante. Estás guiando al espectador a través de tu historia sin palabras. Necesitas darles información y dirección.
Los retratos pueden ser de cerca y bien enmarcados. O puedes probar con retratos más amplios que muestren más del entorno. Puede usar tomas de gran angular que incluyan más paisajes para darle a su audiencia una imagen más grande.
Puede utilizar tomas estilizadas y posadas llenas de símbolos y sugerencias. O puedes usar tomas de acción para crear movimiento y tensión.
Las puertas y otros caminos llaman la atención de los espectadores. Un corredor nos lleva naturalmente hacia adelante, al igual que un camino en un bosque.
Nuestros ojos se sienten atraídos por las fuentes de luz en los espacios oscuros. Puede usar ventanas o grietas de luz que son una señal visual que guía al espectador a través de la historia.
Pero, ¿cuánto del camino vas a mostrar? Si el camino tiene un final claro, sabemos hacia dónde vamos. Pero si solo podemos ver una pequeña sección del camino, puede agregar una sensación de inquietud.
Cuando se trata de la composición en la narración de historias, es necesario lograr un equilibrio. Quieres darle al espectador suficiente información para atraer su intriga. Pero desea evitar fotos desordenadas y desordenadas.
8. Dirigir a tus sujetos
El foco principal de la mayoría de las narraciones son los personajes. Y es lo mismo cuando eres fotógrafo. El espectador sigue al sujeto a través de la historia. Ellos son los héroes y los villanos.
El lenguaje corporal es una herramienta poderosa. Es algo con lo que todos nos podemos identificar y reconocer. Podemos saber si una persona está feliz o triste. Entendemos los patrones de comportamiento que sugieren que alguien está relajado o angustiado.
Los animales también tienen mensajes emocionales. Si un perro tiene el rabo entre las piernas, sabemos que no es feliz. Y cuando mueve la cola, lo es.
Las expresiones faciales están llenas de información, lo cual es excelente para contar historias. Pero tener rostros oscurecidos u ocultos también puede atraer a los espectadores a una historia. Puede añadir intriga y misterio. O puede inyectar miedo.
Si su sujeto se está alejando de la cámara, el espectador tendrá la necesidad de seguirlo. Y si se acercan a la cámara, da la impresión de que han dejado algo.
Si el fotógrafo se inclina sobre el sujeto, esto lo hace parecer débil y vulnerable. Si el sujeto te domina, tiene una poderosa presencia en tu imagen.
Conclusión
Si quieres ejercitar tus músculos creativos como fotógrafo, no encontrarás un mejor ejercicio que la fotografía narrativa.
El alcance para crear historias originales con imágenes expresivas e imaginativas es enorme. Puedes experimentar con diferentes tipos de fotografía. Y puedes contar historias de diferentes formas.
Esperamos que estos consejos para contar historias creativas en fotografía te hayan ayudado a encender tu imaginación. Explora tu mente y empieza a contar tus propias historias con la fotografía.
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