Puede tener el mejor equipo del mundo, con una cámara de cine digital, excelente iluminación y un sistema de publicación de alta gama. Puede tener un gran equipo de expertos que son artesanos en su oficio. Puede estudiar su cámara y ganar experiencia hasta que esté preparado para casi cualquier tipo de toma. Pero sin un buen talento que pueda tomar la dirección, tendrá dificultades para ver su visión realizada. Vale la pena tomarse el tiempo adicional para audicionar a un amplio grupo de personas para obtener el ajuste adecuado, y confiar en su instinto cuando selecciona a alguien puede hacer o deshacer su proyecto.
He trabajado con aficionados reacios y profesionales pagados, y ver una gran actuación puede inspirar a todo el equipo a trabajar un poco más duro, quedarse un poco más y hablar sobre el proyecto cuando finalmente se van a casa. Además, si tu talento siempre logra el rendimiento perfecto, se abren más opciones creativas mientras disparas. Intentar una toma compleja cuando necesita 20 tomas solo para obtener la línea correcta puede ser realmente frustrante y llevar mucho tiempo. Soy un firme creyente de que las personas nacen con predisposiciones (llámalo genética si quieres ser científico) para ser bueno en ciertas cosas, y que los libros y la práctica solo te llevan hasta cierto punto. Busque esa cualidad intangible en su talento que pueda traducirse a la pantalla.
A veces, las personas con grandes personalidades simplemente no se ven de la misma manera ante la cámara, así que siempre haz una prueba de pantalla antes de decidir. Cuando esté en el set, trabaje duro para desarrollar y mantener una buena relación con su talento. Saber cuándo presionar y cuándo darles algo de espacio requiere práctica, y cada persona tiene su propia personalidad única a la que tendrás que adaptarte. Es parte del desafío y parte de la diversión de producir un gran video.