En este momento, es imposible ignorar el impacto que el coronavirus COVID-19 está teniendo en los lugares de trabajo. A medida que la información sigue llegando, más y más organizaciones toman medidas preventivas para frenar la propagación del virus.
Una solución que está liderando el esfuerzo preventivo para muchas empresas es el trabajo remoto, donde se alienta o se obliga a los empleados a trabajar desde casa para minimizar el contacto con sus compañeros. En el contexto de una pandemia, el trabajo remoto hace posible que los empleados se mantengan al día con las tareas laborales mientras se ponen en cuarentena o restringen su contacto con los demás.
Uno de los desafíos del trabajo remoto es que la comunicación en persona, en la que se ha basado gran parte de las empresas, se elimina de la ecuación. Afortunadamente, a medida que la fuerza laboral global se moviliza y favorece cada vez más el trabajo independiente o remoto constante, hay herramientas a su disposición para maximizar las habilidades de comunicación cuando se introducen barreras geográficas.
Cómo usar el video para el trabajo remoto
El video es una de esas herramientas. En medio de esta crisis de salud mundial, el video es la manera perfecta de mantener una comunicación cara a cara sin poner en peligro el bienestar de nadie. Cuando es imposible reunirse en persona para discutir ideas o ejecutar otras tareas de trabajo, el video puede llenar los vacíos.
Chats de video uno a uno
Hay dos opciones principales para introducir el video en su estrategia de trabajo remoto, y se pueden usar por separado o en combinación entre sí. La primera opción es usar el video para la comunicación en vivo uno a uno, que es la oferta que brindan Zoom y otras plataformas de comunicación por video (Skype, GoToMeeting, etc.).
Estas plataformas reemplazan efectivamente la idea de una reunión o discusión en persona por una virtual. Utiliza una cámara web y un micrófono, que están integrados en casi todas las computadoras portátiles actuales, para tener una reunión digital donde puede ver y escuchar a los demás participantes, tal como lo haría en una sala de conferencias tradicional.
Hay varios beneficios de este enfoque. Por un lado, es lo más cerca que puede estar de una reunión física sin estar en la misma sala. Puede obtener comentarios sobre sus ideas, respuestas a sus preguntas y cualquier otra información que pueda necesitar, y puede obtenerla de inmediato, ya que otras personas en la videollamada pueden intervenir en cualquier momento.
Las herramientas actuales como Zoom también simplifican el proceso. No necesita ser un experto en video, ni siquiera un experto digital, para que esto funcione, ya que la plataforma que elija hará la mayor parte del trabajo pesado por usted. Con unos pocos clics, podrá compartir la "dirección" de su sala de chat virtual a través de un enlace web, y otros pueden hacer clic en ese enlace para unirse a su videollamada única.
Actualizaciones de vídeo
Si una videollamada en vivo no satisface por completo sus necesidades, el video también puede tener otro propósito. Para el contenido en el que no es necesaria una discusión en vivo o no necesita respuestas inmediatas, puede filmar un video rápido de usted brindando información y luego enviarlo a los destinatarios relevantes.
Especialmente en el contexto del coronavirus, esta es una excelente manera para que los gerentes y ejecutivos brinden actualizaciones sobre el protocolo y los procesos que se han visto afectados por el brote. Los informes directos también pueden usar este tipo de video para brindar actualizaciones al final del día a los superiores o para informar cualquier inquietud o pregunta que no sea tan urgente.
Como puede ver, estas dos estrategias se complementan entre sí, por lo que la mayoría de las empresas harían bien en utilizar ambas. Las opciones de videoconferencia cumplen la función de reuniones en persona y otras conversaciones de equipo, mientras que las actualizaciones de video cumplen la función de informes o memorandos de equipo.
El resultado final
En última instancia, todas las organizaciones de hoy enfrentan el mismo desafío de equilibrar la productividad y una sensación de normalidad al tiempo que protegen la salud de los empleados. Si nunca ha usado videos para mantener su organización en funcionamiento, ahora es un buen momento para probarlo y ver cómo funciona para su empresa. Nunca se sabe, ¡quizás descubra que el video es la herramienta perfecta para tener a su disposición, con o sin pandemia!