Las unidades NVMe son la nueva generación de SSD basadas en la interfaz NVMe. El SSD SATA clásico de 2,5” está limitado por el estándar SATA a 550 MB/s. Por otro lado, los mejores SSD NVMe alcanzan una velocidad de hasta 3500 MB/s (lectura) y 2100 MB/s (escritura), y ofrecen una latencia mucho mejor. En resumen, son mucho más rápidos, más pequeños y más caros que los SSD normales.
¿Realmente necesita una unidad NVMe para editar videos? Como siempre, la respuesta final depende de su presupuesto y uso. En cualquier caso, un SSD NVMe acelerará considerablemente el tiempo de arranque y la capacidad de respuesta de las tareas de sus aplicaciones, especialmente cuando se trabaja con archivos grandes. Los materiales de gran ancho de banda, como la unión panorámica y el video sin formato, se beneficiarán del ancho de banda adicional para la vista previa y la limpieza. Pero tenga en cuenta que la mayoría de los códecs intermedios de 12 bits e incluso algunas imágenes sin procesar con pérdida de hasta una resolución de 4K no saturan el ancho de banda del SSD SATA (Canon Cinema Raw Light es de 1 Gbps, ProRes 4444XQ es de 2,1 Gbps, Redcode 6:1 es de 500 Mbps). La ganancia en el desempeño de exportación no será tan dramática, porque el impulso rara vez es el factor limitante en esta fase. El renderizado generalmente no está limitado por la unidad, sino por la potencia de procesamiento de la CPU y la GPU. Alimentar más datos a estos procesadores no ayudará cuando ya estén funcionando a plena capacidad.
Esto lo demuestra Dave Dugdale, quien realizó una serie de pruebas comparativas rápidas para evaluar la ganancia de su unidad NVMe sobre una SSD normal. Su breve video cubre la diferencia entre los discos duros tradicionales, SSD y unidades NVMe en diferentes fases de trabajo, como la transferencia de archivos, el tiempo de arranque y el renderizado. Compruébalo arriba para ver qué es lo mejor para ti.