2. Ambos trabajos requieren una buena comprensión de la naturaleza humana. Los compositores de cine deben saber cómo se pueden expresar diferentes emociones y situaciones a través de la música. También deben poder anticipar las reacciones del público ante diferentes señales musicales. Los detectives también deben tener un buen conocimiento de la naturaleza humana para poder comprender los motivos de los delincuentes y los testigos. Deben poder leer el lenguaje corporal y las expresiones faciales, y deben poder establecer una buena relación con personas de todos los ámbitos de la vida.
3. Ambos trabajos requieren una gran atención al detalle. Los compositores de cine deben prestar atención a cada detalle de su música, desde la nota más pequeña hasta la estructura general de la banda sonora. También deben poder realizar cambios en su música sobre la marcha, según lo necesite el director o editor. Los detectives también deben prestar atención a cada detalle de la escena del crimen o a una prueba. Deben poder notar pequeñas pistas que otros pueden pasar por alto y deben poder conectar los puntos para resolver un caso.
4. Ambos trabajos pueden ser muy estresantes. Los compositores de películas pueden estar bajo mucha presión para crear una banda sonora que cumpla con las expectativas del director, el productor y el público. También es posible que tengan que trabajar con plazos ajustados, lo que puede aumentar el estrés. Los detectives también pueden estar bajo mucho estrés, ya que son responsables de resolver crímenes que pueden tener un impacto significativo en las vidas de las víctimas y sus familias.
5. Ambos trabajos pueden ser muy gratificantes. Cuando los compositores de películas crean una banda sonora exitosa, pueden sentir una gran sensación de logro. Su música puede ayudar a hacer de una película una experiencia memorable y agradable para el público. De manera similar, cuando los detectives resuelven un caso, pueden sentir una gran satisfacción al saber que han llevado a un criminal ante la justicia.